Último GRAN viaje de este año (por ahora): Komodo, Flores, Guili Islands y Bali. Nada mal como guinda a este año…
Salimos de Bangkok con 3 amigos de Guille, Irene, Losío del Mal, Karakeso y yo, así que nos juntamos 9 personajillos (Pablo, colega de Irene de Seúl, también se apuntó y Ana desde Pekín se unió en Bali).
El primer día llegamos a Bali y alquilamos una frago para ver el Monkey Temple y la playa (con sus correpondientes churfers). Los monos son asquerosos…si, suena anti-capitán planeta, anti-grinpí y blablabla…pero lo son. Están adiestrados para “robar” cámaras, gafas…y los pobres japos, que no tienen ese espíritu rastrense que nos sale a los españoles (para estar más pendiente de tu borso), acababan “atracados” y luego veías al japo persiguiendo al mono…que en el minuto 2 se había comido las gafas last- generation.
Al día siguiente volábamos a Flores y ahí estuvimos 3 días en el Parque Natural de Komodo. Hicimos sesiones de barquito a lo Briatore que nos dejaron un color torrado a lo Topanga Mugabe, hicimos buceo im-prezionante (los corales eran chulísimos y vi mis primeros tiburones!!!), fuimos a
El final del viaje fue en Bali. Pensaba que me iba a decepcionar pero me encantó! Muy verde, los templos de piedra, los arrozales…las playas no me impresionaron tanto como las de Tailandia, pero tenía yo mono de ver arrozales (para decirle a Dreso mirando al horizonte: “algún día, pekeño dreso, todo esto será tuyo”) y me encantaron! Hicimos una excursión a un volcán que estaba al lado de un lago y por la noche fuimos al mítico Ku-De-Ta, un bar-fashion-zen-cool-by-the sea-indemorning and the waves.